En este blog hemos hablado ya varias veces de la importancia de la verificación de la información en Internet (aquí y aquí). Estos días nos han regalado un ejemplo más de cómo las prisas por publicar, en el caso de los productores de contenidos, o de retuitear o compartir en Facebook en el caso de los community managers o simples usuarios, puede comprometer nuestra credibilidad personal y corporativa en la red.
El 19 de febrero, tras la victoria del Barça ante el Manchester City, el usuario de Twitter Bar 2.0 (@barcelofia), con 6.850 seguidores, se inventó unas declaraciones y las puso en boca del jugador Touré Yayá:
Pocos minutos y miles de retuits después (han sido 1.209 en total), las falsas declaraciones atribuidas a The Mirror, un medio de comunicación inexistente, ya eran virales y saltaban a la prensa digital: Marca, Mundo Deportivo, Diario Sport…
Unas tres horas después de publicar el tuit con las declaraciones inventadas, el mismo usuario de Twitter revelaba que todo había sido una trampa para poner en evidencia la falta de rigor de los periodistas y de los usuarios de Internet en general. La lección incluso iba acompañada de un infográfico:
La periodista especializada en Internet Silvia Cobo ha recuperado los hechos en su blog, con capturas de pantalla de las “noticias” basadas en el tuit-trampa, que ya han sido eliminadas. Ya se sabe: los resbalones de este tipo nunca se pueden borrar del todo.