Como reacción al eco mundial del #Jesuischarlie, al que se unieron muchas personas musulmanas o residentes en países de mayoría musulmana, pocos días después del brutal atentado en la revista satírica francesa Charlie Hebdo apareció un grito similar: #jesuisAhmed.
En la prensa, como en la calle y en las redes sociales, los comentarios horrorizados giraban principalmente en torno a un tema: la defensa de la libertad de expresión. Dada la relevancia pública de los autores asesinados, las muestras de apoyo se concentraron especialmente en los trabajadores de la revista y en la publicación misma. Sin embargo, durante el atentado murieron también dos policías, cuyo trabajo era proteger a los dibujantes y a la publicación, que hacía tiempo que recibía amenazas. Eran Ahmed Merabet (42 años) y Franck Brinsolaro (49).
El surgimiento de la etiqueta #jesuisAhmed pone en evidencia una doble injusticia que se repite cada vez que hay un atentado de los fundamentalistas islámicos en occidente: los discursos racistas y de odio contra todos los musulmanes del mundo, y la tendencia de la prensa a difundir únicamente las reacciones y muestras de solidaridad que se producen en occidente.
La etiqueta fue creada el 7 de enero por Julien Casters, un parisino que vive en Marruecos, y se hizo popular a raíz de este tuit de Dyab Abou Jahjah, un columnista que vive a caballo entre Bruselas y Beirut:
I am not Charlie, I am Ahmed the dead cop. Charlie ridiculed my faith and culture and I died defending his right to do so. #JesuisAhmed
— Dyab Abou Jahjah (@Aboujahjah) January 8, 2015
Ahmed Merabet era musulmán y como los humoristas que hacían el Charlie Hebdo, también dio su vida por defender la libertad de expresión. Todas las víctimas merecen el mismo reconocimiento, y ante el ascenso del islamofobia, es importante recordar que la gran mayoría de personas de fe musulmana está más cerca de Ahmed Merabet que de los extremistas que lo mataron.
Los musulmanes no son terroristas, no tienen que pedir disculpas por lo que hacen los terroristas, y sobretodo, no pueden ser juzgados ni vivir estigmatizados por lo que hacen los terroristas.